El himno de España se conoce como “Marcha Real”, ya que se solía interpretar en actos públicos a los que asistían el rey o la reina. Antes de eso se conocía como “Marcha de Honor”, y ya se consideraba el himno de todos los españoles y españolas incluso antes de que Carlos III lo declarara oficialmente himno de España el 3 de septiembre de 1770.
Desde ese momento, y con la excepción del Trienio Liberal (1820-1823) y la Segunda República (1931-1939), en cuyos períodos se adoptó el Himno de Riego, La “Marcha Real” ha sido el himno oficial de España. Su oficialidad fue restaurada durante la guerra civil en la zona sublevada, por un decreto del 27 de febrero de 1937, que después fue ratificado en el Boletín Oficial del Estado, una vez finalizada la contienda, el 17 de julio de 1942.
Más adelante, el 10 de octubre de 1997, el Real Decreto 1560/1997, se concretó la adquisición plena de los derechos de autor de la armonización realizada por Bartolomé Pérez Casas, y revisada por el coronel Grau, director de banda de la Guardia Real. Estos derechos fueron cedidos de forma gratuita.
El Himno Nacional tiene su origen en la la “Marcha Granadera”, de naturaleza militar y autor desconocido. Se trata de uno de los himnos nacionales más antiguos de Europa. Se menciona por primera vez en 1761, en el Libro de la Ordenanza de los Toques de Pífanos y Tambores que se tocan nuevamente en la Infantería, compuestos por Don Manuel de Espinosa. 1761 de Manuel de Espinosa de los Monteros. En este documento está escrita su partitura con el título de Marcha Granadera o Marcha de Granaderos. Si nos atenemos a este documento, Manuel de Espinosa es su compositor.
Sin embargo, existen muchas conjeturas acerca de sus orígenes a causa de las similitudes entre la Marcha y algunos aires militares de la época del emperador Carlos I. Algunos historiadores opinan que el origen del himno oficial podría estar en la tušiya u obertura instrumental del movimiento Dary de la Nuba al-Istihlál del filósofo y músico árabe saraqustí Ibn Bayyah, de finales del siglo XI o principios del XII.
Fué el músico andaluz Chapi Pineda que, de forma casual, descubrió las semejanzas entre una composición del sabio andalusí, interpretada por Omar Metiou y Eduardo Paniagua, y el himno español. Aunque cualquiera que escuche ambas composiciones no puede negar los parecidos, lo cierto es que no existe ningún documento que recoja música de Ibn Bayyah, por lo que no se puede afirmar a ciencia cierta que él fuera el autor de esta Nuba. La tradición andalusí de Marruecos recoge esta melodía por transmisión oral en la mencionada tušiya, lo que hace que la datación de su origen en los siglos XI y XII sea del todo especulativa.
En el S.XIX se dieron una serie de acontecimientos que hicieron que se creara y extendiera la falsa creencia de que el autor de la “Marcha Real” había sido en realidad Federico II de Prusia. Dicho rumor se inició en 1861, al aparecer publicado por primera vez en La España militar. Más adelante, en 1864, el coronel Antonio Vallecillo publica la misma historia sobre la supuesta autoría del himno de España en el diario El Espíritu Público, con lo que el supuesto origen prusiano de la “Marcha Real” se populariza todavía más. Vallecillo adorna la historia explicando como el himno fue un regalo de Federico II, gran amante de la música, al militar Juan Martín Álvarez de Sotomayor, que se encontraba en la corte prusiana por orden de Carlos III. Álvarez de Sotomayor habría ido a Prusia para aprender las tácticas militares desarrolladas por el ejército de Federico II.
En 1868 esta misma historia es publicada en Los Sucesos. En esta ocasión, el destinatario del regio regalo ya no sería un militar, sino Pedro Pablo Abarca de Bolea, conde de Aranda. De este modo, el mito fue así recogido en diversas publicaciones de 1884 y 1903, llegando a ser incluido en 1908 en la Enciclopedia Espasa.
En 1770 la “Marcha de Granaderos”, más conocida como “Marcha Real” es declarada por el rey Carlos III como “Marcha de Honor”. De este modo se formalizaba la costumbre de interpretarla en actos públicos a los que asistían los reyes. Durante el reinado de Isabel II se transforma en himno oficial del reino de España.
Tras la Revolución de 1868, el general Prim hizo una convocatoria para un concurso nacional con el objetivo de crear un himno oficial. El concurso quedó desierto. A raíz de esto se aconsejó al jurado que se siguiera considerando la Marcha de Granaderos como Himno de España. Durante el reinado de Alfonso XIII se estableció por una Real Orden Circular del 27 de agosto de 1908, que se interpretara la armonización de la marcha realizada por Bartolomé Pérez Casas, Músico Mayor del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos.
La “Marcha de Granaderos'' dejó de considerarse himno oficial durante la Segunda República, entre 1931 y 1936. En ese periodo el “Himno de Riego” fue oficialmente el Himno de España, aunque su oficialidad no consta en ninguno de los artículos de su constitución ni de los Boletines. En 1931, poco después de la proclamación de la república, se organizó una gran polémica sobre la validez del “Himno de Riego” como Himno Nacional. En ella numerosos políticos, intelectuales y músicos sostuvieron un encendido debate. Se hizo famosos entre otros, un artículo de Pío Baroja. Este lo consideraba demasiado callejero e impropio de los ideales de la nueva República.
En 1936 se recuperó la Marcha Real como Himno Nacional. Desde entonces es el himno oficial de España. Han existido numerosas versiones de diferente duración. En 1997 el Gobierno de España lo oficializó mediante Real Decreto.
La versión actual oficial de la “Marcha Real” que sustituye a la de Pérez Casas, pertenece al maestro Francisco Grau. Se oficializó tras el Real Decreto del 10 de octubre de 1997, cuando el Reino de España adquirió los derechos de autor , que hasta entonces pertenecían a los herederos de Pérez Casas. Ese Real Decreto 1560/1997 establece que el himno ha de tener tonalidad de Si b mayor y velocidad negra de 76 pulsaciones por minuto (♩=76), con un esquema de AABB y una duración de 52 segundos.
El himno de España es uno de los pocos himnos del mundo que no tiene letra. De hecho sólo tres países más, San Marino, Bosnia y Herzegovina y Kosovo, pueden afirmar lo mismo de sus respectivos himnos nacionales.
Aún así, los intentos de dar una letra al himno han sido muchos y variados, aunque por diversos motivos nunca han terminado de consolidarse. Los motivos por los cuales no se ha abordado la creación de una letra para este himno son variopintos y están muy intrincados en la dolorosa historia reciente de España. Posiblemente el hecho de no querer despertar algunos fantasmas del pasado sea el motivo más poderoso para mantener sin letra un himno que, sin embargo, ha tenido muchas propuestas de letra. Veamos algunas de ellas.
La bandera de España (Coro)
¡Gloria, gloria, corona de la Patria,
soberana luz
que es oro en tu pendón!
¡Vida, vida, futuro de la Patria,
que en tus ojos es
abierto corazón...!
Púrpura y oro: bandera inmortal
¡en tus colores juntas, carne y alma están!
Púrpura y oro: querer y lograr:
¡tú eres, Bandera, el signo del humano afán!
España guiadora (Solo)
¡Pide, España! ¡Tu nombre llevaremos
donde quieras tú;
que honrarlo es nuestra ley!
¡Manda, España, y unidos lucharemos,
porque vivas tú,
sin tregua pueblo y rey!
Una bandera gloriosa nos das;
¡nadie, viviendo, España, nos la arrancará!
Para que, un día, nos pueda cubrir,
¡danos, España, el gozo de morir por ti!
¡Viva España!... (Coro)
¡Viva España! Del grito de la Patria,
la explosión triunfal
abrió camino al sol;
¡Viva España! repiten veinte pueblos
y al hablar dan fe
del ánimo español...
¡Marquen arado, martillo y clarín
su noble ritmo al grito de la Patria fe!
¡Guíe la mente a la mano hasta el fin,
al "Viva España" asista toda España en pie.
Viva España,
gloria de tradiciones,
con la sola ley
que puede prosperar.
Viva España,
que es madre de Naciones,
con Dios, Patria, Rey
con que supo imperar.
Guerra al perjuro
traidor y masón,
que con su aliento impuro
hunde la nación.
Es su bandera
la historia de su gloria;
por ella dará
su vida el español
Fe verdadera
que en rojo de amor
aprisiona briosa
un rayo de sol.
¡Viva España!
Alzad la frente
hijos del pueblo español
que vuelve a resurgir.
Gloria a la Patria
que supo seguir
sobre el azul del mar
el caminar del sol.
¡Triunfa, España!
Los yunques y las ruedas
cantan al compás
del himno de la fe.
Juntos con ellos
cantemos de pie
la vida nueva y fuerte
de trabajo y paz.
Después de la Guerra Civil Española, José María Pemán decide cambiar el segundo verso («alzad la frente») por el conocido «alzad los brazos», además de cambiar también («Los yunques y las ruedas») por «Los yugos y las flechas».
Canta, España,
Y al viento de los pueblos lanza tu cantar:
Hora es de recordar
que alas de lino
te abrieron camino
de un confín al otro
del inmenso mar.
Patria mía
que guardas la alegría
de la antigua edad:
florezca en tu heredad
al sol de Europa,
alzada la copa,
el árbol sagrado de la Libertad.
¡Viva España!
Cantemos todos juntos
con distinta voz
y un solo corazón
¡Viva España!
desde los verdes valles
al inmenso mar,
un himno de hermandad
Ama a la patria
pues sabe abrazar,
bajo su cielo azul,
pueblos en libertad
Gloria a los hijos
que a la Historia dan
justicia y grandeza
democracia y paz.
Ciudadanos,
en guerra por la paz
y la diosa razón
mano en el corazón.
Ciudadanos,
ni súbditos ni amos
ni resignación
ni carne de cañón.
Pan amasado
con fe y dignidad
no hay nada más sagrado
que la libertad.
Ciudadanos,
ni héroes ni villanos,
hijos del ayer,
hay tanto por hacer.
Ciudadanos,
tan fieramente humanos,
tan paisanos del
hermano de Babel.
Alta montaña
con puerto de mar
clave de sol España
atrévete a soñar.
Vuelvo a casa, a mi amada tierra,
la que vio nacer un corazón aquí.
Hoy te canto, para decirte cuánto
orgullo hay en mí, por eso resistí.
Crece mi amor cada vez que me voy,
pero no olvides que sin ti no sé vivir.
Rojo, amarillo, colores que brillan
en mi corazón y no pido perdón.
Grande España, a Dios le doy las gracias
por nacer aquí, honrarte hasta el fin.
Como tu hija llevaré ese honor,
llenar cada rincón con tus rayos de sol.
Y si algún día no puedo volver,
guárdame un sitio para descansar al fin.
¡Gloria! ¡Patria!
supremos estandartes
que cada español
ondea en su corazón.
¡Gloria! ¡Patria!
valores inmortales
que nuestra nación
defiende con honor.
Juntos luchamos, abriendo
caminos, sin mirar atrás,
hacia la libertad.
Unidos, con fe, venceremos;
el triunfo ante la adversidad
eterna voz será.
Fértil tierra,
ríos de rojo y oro bajo el cielo azul
se funden con el mar.
Pueblo noble,
de espíritu valiente y conquistador
forjado bajo el sol
que baña montes y olivos
testigos de nuestra verdad,
historia y esplendor.
Hijos de un mismo destino
en busca de la eternidad
sin miedo a fracasar.
¡Gloria! ¡Patria!
supremos estandartes
que cada español
ondea en su corazón.
¡Gloria! ¡Patria!
valores inmortales
que nuestra nación
defiende con honor.
Juntos luchamos, abriendo
caminos, sin mirar atrás,
hacia la libertad.
Unidos, con fe, venceremos;
el triunfo ante la adversidad
eterna voz será.
Viva España
mi patria esclarecida
madre sin igual
compendio del honor.
Viva España
solar de noble vida
regio pedestal
de Cristo Redentor.
Fuiste de glorias
florido pensil
hoy reverdecen
a un impulso juvenil
Veinte naciones
coronan tu sien
¡Arriba España!
raza invicta es tu sostén.
Marcha Real
Bartolomé Pérez Casas (armonía) y Francisco Grau (orquestación)
Se compuso en el año 1761
Ha habido numerosos intentos de componer una letra, sin embargo, el himno de España no tiene letra oficial.
No tiene letra oficial
En 1770 - 1874 - 1936